lunes, 14 de noviembre de 2022

PICORES Y PICAZÓN


El Picor es un fenómeno reflejo que nos hace sentir una sensación poco grata que nos impulsa al reflejo del rascado, con el que la aminoramos o la eliminamos.  El Picazón es el mismo fenómeno con repetición exhaustiva que entra en el grado de considerarse un problema o una anomalía de la salud.

Ambos fenómenos son protagonizados por fibras sensitivas amielínicas de la piel que se infiltran en la dermis y epidermis. 

Existe una multitud de mediadores en la producción de la sensación de picor, pero todos suelen estar muy  relacionados con dos factores: la anoxia en su causa  o la producción de histamina en su evolución. La primera causa picores de orígen sistémico: por insuficiencia renal, por anemias, por colestasis, por eritrocitosis, . La segunda por inflamación secundaria debida a alergenos, parásitos, picaduras de insectos, o a algunos medicamentos.

Cuando una persona se rasca está inflamando ligeramente la dermis y con ello aumentando la irrigación vascular y oxigenación, cosa que las células de la piel y las fibras nerviosas agradecen muy rápidamente. Si el fenómeno cambia la irrigación sanguínea el picor desaparece, pero si el rascado ha sido intenso puede persistir ya que una inflamación excesiva produce exudado intercelular y con ello disminuye el aporte de oxígeno al tejido, pudiendo reanudarse el ciclo indefinidamente.