viernes, 14 de junio de 2019

Breve descripción del fenómeno musical


TEORÍAS SOBRE LA MÚSICA



ACCIÓN MUSICAL

Dice la Real academia española sobre el vocablo “Música”:

Sucesión de sonidos modulados para recrear el oído. Arte de combinar los sonidos de la voz humana o de los instrumentos, o de unos y otros a la vez, de suerte que produzcan deleite, conmoviendo la sensibilidad, ya sea alegre, ya tristemente.

De manera que se trata de una sucesión de sonidos o tonos agradables al oído, capaces de impresionar o promover diversos sentimientos.

Estamos acostumbrados de tal manera a vivir con la música que nadie se pregunta el porqué de la misma, que ningún ser humano se cuestiona su mecanismo de acción. La armonía se supone un hecho natural y su relación con el órgano sensitivo acústico a nadie le ha quitado el sueño.


Teoría matemática.-

Hubo un sabio griego, llamado Pitágoras que obsevó el fenómeno con un criterio cienctífico y lo que descubrió fué una serie de sencillas razones matemáticas: Las longitudes de una sola cuerda pulsada en diversos lugares, para producir sensaciones gratas o “consonantes” deben de proporcionar razones o divisiones sencillas, tales como 1/2, 1/3 , 1/ 4 o 1/5 . Aquellos sonidos simultáneos que no impliquen una relación similar de longitudes producirían un efecto adverso sobre el oído, lo que él denominó como sensación “disonante.” De ahí el nacimiento de una serie de relaciones matemáticas precisas para construir un instrumento sonoro, bien sea de cuerda por la posición de sus trastes o bien sea de viento por la posición de los orificios de salida del aire. La escala resultante se denominó por tanto “”escala natural” . Siglos después los monjes con sus cantos bautizaron estas diversas notas según el comienzo verbal de palabras de ciertas estrofas en algunos de sus cantos que las utilizaban (do-re-mi-fa- sol- la-si do).


Teoría física.-

La física se encargaría de analizar los sonidos y darnos el término frecuencia del mismo como valor de su tonalidad, mejor que expresar a ésta por la longitud de una cuerda o un tubo vibrante. No obstante la interrogante seguía: ¿Porqué la necesidad de utilizar frecuencias acústicas de razones sencillas...? Una nueva contestación sería dada al observar dos ondas sonoras de efecto consonante en la pantalla del osciloscopio de rayos catódicos. Su efecto era una onda mayor de forma más o menos alterada pero constante que transitaba con estbilidad por la pantalla. En el caso de mezclar dos frecuencias disonantes el efecto era inestable, violento con una infinidad de formas que vertiginosamente se desplazaban. Los físicos denominaron a las formas primeras “armónicos” o frecuencias recién creadas que se proyectan pausadamente , precisamente por ser frecuencias múltiples la una de la otra .

El armónico es una repetición de un tono fundamental, aveces perfecta si se trata de “octavas” , otras veces menos perfectas que llamamos acorde en “terceras”, o en “quintas” o en “séptimas” y por último aquellas de acción desagradable o disonante que también nos sirven para recrear sensaciones de tensión, o incluso de terror, como se aprecia en algunas películas. Al final el propio oído es parecido a un osciloscopio al que no le apetece trabajar demasiado deprisa y se satisface con armónicos lentos y estables.

Por el estudio pitagórico del sonido hemos llegado a la clave de la sensación musical:

PAPEL DE LA REPETICIÓN.

También importa la repetición , y ...¡de qué modo!, en la captación de una determinada secuencia tonal. Todos sabemos que cuanto más se escucha o canta una melodía, más pegadiza se hace. La cadencia musical , al igual que la poesía, se nutre de múltiples repeticiones que ésta última denomina “rimas” y que le dan su encanto profundo y artístico.



Mi teoría fisiológica.-

Todo lo expuesto son verdades que van explicando el fenómeno musical, pero no del todo, en lo que respecta a su percepción sensitiva.

La música deleita nuestros oídos, estimula nuestros sentimientos y llega a excitar incluso nuestra motricidad muscular, como ocurre en la danza. ¿Pero cómo puede llegar tan lejos...?

Después de valorar las imbricadas vías nerviosas que surgen del órgano auditivo y atraviesan de forma bastante compleja el encéfalo he llegado a la conclusión de que es necesaria una sola vía que con intensidad y amplitud implique simultáneamente a los muy diversos centros cerebrales que responden a la música.

Creo que esta vía está constituida por la circulación de corrientes microfónicas que surgen de los dos órganos cocleares y recorren a través de las membranas meníngeas las diversas regiones del córtex cerebral donde desempeñan su acción fisiológica.: tanto el placer auditivo , como la secuenciación memorística, la evocación sentimental, a veces muy potenciada por una letra apropiada , y por último la motora o rítmica


Las corrientes microfónicas cocleares.-

Fueron descubiertas , según Houssay, en el año 1930 por Wever y por Bray , operando el cerebro de un gato y observando que se producían pequeñas corrientes similares a las producidas por un micrófono eléctrico. Apreciaron que se originaban en el interior de las cócleas del animal y se irradiaban a lo largo de las meninges. Incluso conectando unos cables a su corteza cerebral, y utilizando un amplificador y un altavoz se podía escuchar en una habitación vecina todo aquello que el animal percibía en sus oídos.

Esta clase de corriente microfónicas prestan actualmente una gran utilidad para el estudio funcional de la cóclea humana pues de manera no cruenta se pueden registrar como micro-impulsos eléctricos con un electrodo colocado en la ventana oval del oído en niños recién nacidos, lo que nos da una idea certera de que sus oídos perciben normalmente, si alguna duda de ello hubiera.


Mi Teoría cito-neuronal.-

¿Cómo podrían excitar las corrientes cocleares microfónicas a las propias neuronas corticales ?

De todos los muchos orgánulos que tiene la célula en general y la neurona en particular , tan sólo uno de ellos contiene estructuras rectilíneas observadas con el microscopio electrónico: la mitocondria.

Eso me impulsó a considerar a la mitocondria como receptora de resonancias de impulsos microeléctricos capaces de excitar su propia función fisiológica que es precisamente la de  producir energía .
Esas estructuras más o menos rectilíneas que se llaman tabiques mitocondriales son los encargados de generar energía, expresada como “moneda “ ATP, mediante la combustión del ácido pirúvico, proveniente de la desintegración de la glucosa citoplásmica. Al final del proceso, tras la liberación de una importante liberación energética (como ATP), quedaría un remanente: un fragmento de oxalacetato restante que sería necesario para reiniciar un ciclo consecutivo si es que sobreviene una nueva excitación . Esto explicaría la necesidad de la repetición en la fisiología sensorial. Las crestas mitocondriales ya preparadas reaccionan con doble vigor a un nuevo estímulo. Es como un altohorno. Si se apaga cuesta mucho encender, pero si se mantiene encendido mediante repetidos mantenimientos, tiene entonces un rendimiento positivo. Al final la sensación musical ha quedado resumida en una simple operación de rendimiento energético para la neurona. Si se trata de neuronas en zona cortical frontal se producirá una extraordinaria emisión de neurotransmisores de premio (tipo dopamina). Si es en región temporal se producirá la percepción placentera (dopamina) de acordes y secuencias a memorizar, si es parietal, podrán estar interesadas las zonas motoras que se verán excitadas para producir impulsos motores de un ritmo marcado.


Hasta ahora se ha querido estudiar si la música afecta a plantas y se han hecho experimentos sobre vegetales con ondas acústicas musicales que estos seres no pueden percibir y sin un resultado convincente. Sería la hora ya de probar lo mismo con ondas eléctricas.

 En animales el efecto de la música es positivo, ya que ellos si perciben las ondas acústicas utilizadas mediante sus órganos cocleares del oído. Respecto de la acción de la secuencia musical en animales habría que destacar la referida a las aves cantoras, que demuestran una capacidad de síntesis tonal muy semejante a la humana y además una enorme capacidad de memorizar las sucesiones tonales, tal como nosotros. Aparte está que en el vídeo siguiente se aprecia como las aves también tienen sensibilidad emotiva ante la música y capacidad de ritmo y baile, ya que también en su encéfalo existen corrientes microfónicas cocleares que se difunden por todo su cortex .



Por otro lado hemos de considerar a la mitocondria, en su síntesis de ATP, productora de calor y de movimiento . Supone para el observador  la ventana que afirma o niega a existencia de la vida en la célula. La imágen filmada de unos leucocitos salivares vivos en los que el citoplasma se ve en franca ebullición mitocondrial nos anima enormemente a continuar su estudio.