LA HALITOSIS
Así se denomina médicamente al mal aliento. Es una afección
que alcanza al 50 % de la humanidad en el que a parte de la realidad mayor o
menor del problema crea un complejo psicológico potente de aislamiento e
inhibición ante los demás.
Muchas son las causas posibles, pero todas tienen un factor
común, contra el que afortunadamente podemos luchar: el sarro bacteriano. La
boca como comienzo del aparato digestivo posee cientos de especies bacterianas
que procedentes del exterior tratan de instaurarse o de penetrar en él. La
saliva, secreción glandular es el agente que las depura, bien sea por su acción
antibacteriana (lisozima), por su acción inmunitaria (leucocitos provenientes
de los vasos de la mucosas oral), o por la acción depurativa de su lavado
continuo, arrastrando dicha flora por salivación y deglución hasta el estómago
donde el ácido clorhídrico se encarga de destruir a la mayoría de estos
microorganismos. Ocurre que por la noche, durante el sueño necesario cesa la
producción de saliva, por lo que dicha flora se multiplica en la boca
abundantemente y se aglomera en el sarro
dental y lingual, segregando sus productos metabólicos generalmente volátiles y
por lo tanto capaces de producir olor.
Por esta razón en la totalidad de las personas por la mañana, al
despertar, tras unas cuantas horas de escasísima salivación, existe más o menos
mal sabor de boca y mayor o menor fetidez de aliento.
La lucha contra el sarro que fundamentalmente se acumula en la superficie de los dientes y
muelas y a veces además en las criptas de la propia lengua que aparece sucia o
saburral, implica las siguientes acciones higiénicas necesarias:
Tres cepillados dentarios con pasta dentífrica al día, tras
el desayuno, tras la comida y tras la cena, abarcando tanto la parte anterior como la posterior de todas las
piezas dentarias , premolares y molares, así como haciendo un discreto
cepillado del dorso lingual hasta el
comienzo de su parte posterior donde su contacto puede producir arcadas. Esta
última zona se puede masajear con la
punta del dedo levemente embadurnado en
pasta dentífrica procurando sin llegar a
estimular el vómito. Posterior enjuague con abundante agua. Por la noche
es conveniente acompañar el cepillado con
una limpieza con hilo dental, al objeto de no dejar ningún resto
alimentario entre piezas que pueda
mantener la fermentación o la putrefacción durante las largas horas de
la noche. Aconsejo siempre el desayuno con pan tostado, ya que éste es un poderoso
agente limpiador de la lengua y de sus profundas criptas. Es el sarro, como ya
dije, el agente capturador de olores, ya que es como un papel secante para
ellos, así que si se ha eliminado lo más posible, el propio café con su intenso
sabor y olor no persistirá tras el desayuno en la boca durante mucho tiempo. El
sarro es en la boca, lo que la callosidad es en los pies, es decir: el foco del
mal olor, por lo que hay que evitar su formación..
Todas la pastas dentífricas llevan poderosos
antisépticos a parte de algo de fluor y
algunos hidratos de carbono (xilosa) que protegen contra la aparición de
caries. Por otro lado el fluor fortifica el esmalte dentario haciéndolo aún más
duro y resistente, así como más resbaloso al asentamiento del sarro bacteriano.
Si con todas estas normas realizadas persiste en una persona
el problema de halitosis es que existe alguna otra afección que pudiera asentar en la propia boca: caries
múltiples, faringitis o anginas en niños, estómago (aquilia o falta de acidez
en dicho órgano), pulmones o bronquios por colecciones de moco o pus en ellos,
o hasta metabólicos (olor cetonémico en acidosis diabética, fetor hepático en
cirrosis, fetor urémico en enfermos graves de riñón, etc, etc. Todos ellos
requieren un tratamiento específico médico a parte del higiénico mencionado
indispensable.
A continuación propongo, realizadas las medidas higiénicas
imprescindibles mencionadas, una serie
de medidas complementarias caseras y de farmacia al alcance de cualquier
persona:
Remedios populares para la halitosis
1: Utilice una pasta
de dientes o chicles con clorofila.
2:: Los caramelos de menta son muy eficientes
3: Otro remedio casero consiste en el uso del perejil. Para ello, se hierven dos tazas de agua y
varias ramitas de perejil conjuntamente con dos o tres clavos de olor enteros.
Esta mezcla debe ser revuelta mientras que se refresca. Debe después ser
filtrada y ser utilizada como un enjuague varias veces al día.
4: Un enjuague bucal que combate el mal aliento consiste en
una cucharada de bicarbonato de sosa en un vaso de agua
5: Masticar, después de una comida, un clavo de olor o un grano de anís.
6: Preparar un té con una cucharada de yerbabuena en una
taza de agua. Se deja hervir durante 10 minutos y se toma después de cada
comida. Óptimo: Te verde + yerbabuena + hojas de menta.
Colutorios útiles de farmacia (usar preferentemente antes de acostarse)
Soluciones
antisépticas para enjuagues:
Enzimas antibacterianos: lisozima, glucooxidasa, lactoperoxidasa: BIOTENE
Amonio cuaternario: VIGENCIAL
Agua
oxigenada diluída 1/4 (Tres partes de agua + Una parte de oxigenada)
Sales de
Zn: REGAL, ODAMINA
Clorhexidina: HIBITANE CORSODYL; PERIOGARD_CLORHEXIDINA;
SOL.
ANTICARIES: Xilutol + Fluor: CARIAX GINGIVAL
Cetilpiridinio:
TIROCETAL
Ac
Benzoico y otros: LISTERINE
otros
recomendados por el fasrmacéutico.
Espero haberle sido útil de alguna manera en la solución de
un problema y quizás de un frecuente complejo psicológico..
Marzo de 2011
Epicuro