ESCLAVOS DE LOS PREJUICIOS
Si pretendemos disfrutar del sabor de la verdadera libertad
hemos de romper los eslabones de las cadenas que nos sujetan. Hemos de ir
limando con paciencia el hierro de tantas argollas que nos inmovilizan en la
cárcel del odio, de la incomprensión y
de la soledad. Porque eso es lo que somos habitualmente: seres dotados
de un movimiento limitado, atados bien cortos,
por tantos errores, tantas
mentiras, tantas fantasías irreales y nocivas. No hay en toda la
humanidad un ser completamente libre de estas servidumbres.
El ser humano, que es inteligente, está hecho para el juicio, pero no para el prejuicio. La lógica nos sirve para descubrir hechos generales (abstracción) y para aplicarlos a casos concretos (deducción). Desgraciadamente si falla lo primero, fracasa después lo segundo. Me explicaré con el ejemplo de un precipitado juicio:
Todos los judíos suelen ser avaros.
mi vecino es un judío,
luego mi vecino es seguramente un avaro. Tendré mucho cuidado con él
¿Qué es lo que ha pasado?.- Simplemente nos hemos basado en
una premisa errónea y llegamos a una limitación de nuestro natural movimiento
amistoso hacia un conocido. Llegamos a la conclusión práctica de que no hemos de tener demasiado trato, en concreto,
con él. Por eso antes hablaba de cadenas, porque el prejuicio sobre un pueblo o una raza,
tan frecuente contra los catalanes como
tacaños, los andaluces como indolentes, los españoles poco trabajadores, los alemanes de cabeza cuadrada, los chinos con s trabajo pacientísimos, los árabes fanáticos, los italianos creídos, americanos fanfarrones, etc, etc, etc, nos está aislando de sus culturas, de sus enseñanzas y , sobre todo de su amistad. Y no toquemos el asunto de las religiones, o de la política. en los que no acabaríamos de sacar conclusiones generales, siempre nefastas para la convivencia entre seres humanos.
tacaños, los andaluces como indolentes, los españoles poco trabajadores, los alemanes de cabeza cuadrada, los chinos con s trabajo pacientísimos, los árabes fanáticos, los italianos creídos, americanos fanfarrones, etc, etc, etc, nos está aislando de sus culturas, de sus enseñanzas y , sobre todo de su amistad. Y no toquemos el asunto de las religiones, o de la política. en los que no acabaríamos de sacar conclusiones generales, siempre nefastas para la convivencia entre seres humanos.
El mayor enemigo de la humanidad es la guerra, y ésta
siempre ha sido alimentada en las naciones por falsos prejuicios cuya única
razón ha sido siempre la de enmascarar
con ideas aparentes los verdaderos
intereses económicos egoístas e inconfesables de sus dirigentes políticos.
Hemos de romper una lanza en favor del juicio equilibrado.
Si en la premisas iniciales, en vez de de utilizar la palabra "judío"
hubiésemos utilizado otros conceptos, quizás la conclusión hubiese sido muy
diferente: Sigamos el ejemplo anterior:
Todo el que presta a alto interés es avaro
no he notado en mi vecino pretensión de obtener de mí
interés alguno,
luego ..¿Porqué no puede llegar a ser un buen amigo?.Le
saludaré cuando le vea.
Con nuevas premisas ha quedado anulado el silogismo inicial y su conclusión errónea..
Para destruir la oscuridad del prejuicio, nada mejor que
acercarse con la luz de la verdad. Así se cumplirá la frase de Jesucristo :
"La verdad os hará libres". Si estoy una semana en Francia escribiría un Libro sobre sus costumbres,
tradiciones y el modo de ser de sus gentes. Si estoy un mes escribiría un
artículo de 10 o 15 páginas, si estoy un año escribiría una reseña de unas
cuantas líneas, ..y si estoy una vida no escribiría nada, porque me daría
cuenta de que siempre ignoro la enorme variedad y la auténtica realidad de lo
que es Francia.
Ahora mismo, amable lector, no lo dejes para otro momento,
analiza lenta y fríamente cuántos prejuicios tenemos en la mente propia sobre
personas conocidas, sobre los que no piensan como tú, sobre razas, sobre
profesiones, sobre clases sociales, corrientes políticas, sobre religiones y
sobre costumbres. Haz como Sócrates o como Descartes, parte de la idea de que
"yo sólo sé que no sé nada" y desde ahí. guiado por la prudencia, sin
fantasías, basado en realidades tangibles, o acaso sopesando probabilidades
de hechos, acaso otorgando el beneficio
de la duda en favor del otro, podrás ir construyendo, con el cemento de la buena
voluntad el edificio de tu vida de relación con los demás. Sólo así serás
feliz.
No es tarea fácil. A veces creemos firmemente que todos se
quieren burlar de nosotros porque algunos en cierta ocasión lo hicieron. A
veces pensamos que nos vigilan y que están pendientes de nosotros porque algo de eso pudo ocurrir en una infancia
controlada quizás con excesivo rigor. A veces creemos que todos mienten, porque
nosotros a veces no decimos la verdad. A veces tenemos la impresión de que no
somos valorados o bien mirados, porque nosotros segregamos a todo el que no piensa igual. A veces creemos que nos
atacan o se meten contra nosotros porque quizás tenemos alguna amarga
experiencia de nuestra juventud.. A veces , a veces, a veces,..... pero siempre lo nos falta es el amor.
Dicen algunos: "Piensa mal y acertarás....".-
¿Acaso Dios pensaba mal de ellos cuando
los iba a crear...? ¿Y porqué yo he de pensar mal de otros seres humanos si
están hechos por Dios?
¿No merece la pena mejor sufrir una traición y gozar de
mil lealtades, que no, por nunca sentirme engañado. prescindir para siempre de la amistad y del
compañerismo.?
¿Los riesgos de la vida,
nos habrán de ahogar las alegrías
de la misma....? ¿La desconfianza, nos llevará a la soledad...?
Si amásemos.....comprenderíamos a todos , estaríamos cómodos
con todos, aprenderíamos de todos, seríamos queridos de todos....
.. ¡Véncete a ti
mismo, imponte el afecto como
realidad de cada día, líbrate para siempre
de tus viejos prejuicios..., rompe ya tus rancias ataduras .!¡Ya es hora de hacerlo!
Pero comprender a los demás también es conocer que también
ellos son víctimas de prejuicios, de enormes errores y que, naturalmente como a
ti, les ha de costar sangre, sudor y
lágrimas el verse libres de esta miseria humana.
Por tanto:
¡Superemos nuestros prejuicios y tengamos mucha paciencia
con los de los demás!. ¡Sólo nuestra
humildad, nuestra constancia y entrega,
pueden desarmar, poco a poco, estas cadenas de esclavitud que nos subyugan a
todos !.
Jonás 2007
Jonás 2007