jueves, 30 de mayo de 2019

El Aborto

LA REALIDAD DANTESCA DEL ABORTO




Si eres una persona sensible algunos te dirían que no leas este artículo porque te puede herir. Yo te digo que lo seas o no, debes hacerlo porque es el aborto  una infame realidad que se oculta en la ignorancia y en el  desconocimiento de la mayoría. Para que te hagas una idea del problema te vamos a dar números claros y concisos, obtenidos del Instituto de Política Familiar, "I.P.F", sobre los abortos voluntarios realizados en España desde el año 1982. En Julio de ese año se instauró la legalidad del aborto bajo tres condicionamientos: el de violación de la madre, el de claras enfermedades congénitas fetales y por último el de protección de la salud psíquica y física materna (auténtico coladero por el que se aceptan el 97% de los crímenes contra el no nacido)



Faltan en este cuadro los dos último años desconocidos cuando se realizó. Ahora le agrego estos datos: En 2004 fueron 84.985 los abortos realizados en España y en el 2005 fueron 85.000. Quedémonos con la cifra de2005 y comparémosla con la tan cacareada cifra  suministrada por la Dirección General de Tráfico de muertos en carreteras españolas en dicho año: la de 3.332 de fallecimientos por accidente de circulación en dichas vías . La Televisión, regida por el gobierno de turno,  hace buenas campañas de prevención de estas muertes en carretera  pero, de forma  malintencionada, silencia totalmente las primeras, realizadas "asépticamente" en sofisticados quirófanos y que son 25 veces más numerosas. La opinión pública se escandaliza de los crímenes terroristas de ETA: unos mil y pico de españoles adultos asesinados por dicha organización terrorista en los numerosos años de su existencia y olvida los crímenes intrauterinos cometidos por una sociedad irresponsable que en un sólo un año se elevan ala cifra de 113.000 de españoles muertos en 2010 antes de nacer.. ¿Estamos acaso  completamente locos?....



El mal uso de las llamadas células "madre".

No me refiero a las células que se pueden obtener del individuo adulto y utilizar en su posible curación de dolencias, sino a las células obtenidas  de seres humanos vivos en su primera etapa. Habría que agregar a la pasión destructiva del aborto la de la manipulación celular embrionaria. No contentos con la eliminación de neonatos, a algunos se les ocurre que se pueden hacer experimentos con dichos seres, los que sobran de las fecundaciones "in vitro",  naturalmente "en bien del progreso de la salud pública y  para curar enfermedades". Se congelan embriones, se mutilan y se implantan sus células para curar dolencias.....¿pero ...hasta dónde vamos a parar?. Tan sólo la Iglesia impone  su voz en defensa del que no puede hablar, y dice que su  vida es sagrada desde su comienzo. Lo hizo repetidas veces desde Pío XII con la censura de la fecundación artificial, con la  del control egoísta de la fecundidad, a través de los anticonceptivos, con la prohibición del aborto en todas los períodos de la vida fetal y ahora con la de toda manipulación del más débil: del embrión humano. Pero parece en vano,  rápidamente es la Iglesia  caricaturizada y criticada por la opinión de los medios de comunicación, esas emisoras  televisivas y esas cadenas radio de 3 al cuarto,  administradas con nuestro dinero y  manipuladas   por el propio gobierno que se arroga ese derecho ilegítimo.



Sobre la pastilla del día después.-

Después de la irrupción descontrolada e irresponsable del anticonceptivo, con el que la tasa de natalidad descendió en España al 0%, ha aparecido la llamada píldora del día después que ya no lleva una intención de prevenir el embarazo, sino realmente la intención de eliminarlo si se hubiere producido.

La llamada pastilla del día después es definida por las casas farmacéuticas fabricantes como una píldora “interceptiva”, término inventado e  inexistente en el diccionario de la lengua que quiere dar a entender que es algo parecido a un anticonceptivo. Nada más lejos de la realidad, pues no previene el embarazo, sino que de estar comenzado éste trata de eliminarlo, bien  impidiendo la anidación del embrión recién formado o bien expulsándolo . en ambos casos mediante dolorosa contracción hemorrágica uterina.. Es pues una medicación administrada con intención micro-abortiva.

Si hacemos un repaso sobre los fundamentos de la embriología sabremos que la concepción del nuevo ser se realiza por fusión de un óvulo y un espermatozoide dentro de una de las llamadas trompas de Falopio, los conductos que unen al útero con los ovarios.

Dicho encuentro se realiza a las pocas horas del coito. Cuando se ingiere la llamada  ”píldora del día después” pueden ocurrir tres cosas: la primera que no haya existido dicho encuentro, en cuyo caso su molesta y dolorosa acción es totalmente inútil,  la segunda  que sí haya habido esa fecundación del óvulo por el espermatozoide,  se habría formado una célula embrionaria con todos los genes del padre y de la madre para ser destruida por expulsión. En tercer caso podría no producirse la total eliminación del embrión y sufrir éste la acción lesiva de la droga con riesgo de malformaciones posteriores.

 Esta es la verdadera imagen de la píldora, no la que nos pinta una industria farmacéutica interesada en ganar dinero, una “autoridad sanitaria” cobarde e irresponsable o unos usuarios que generalmente por ignorancia la usan frecuentemente con la falsa justificación de que el embrión  humano “no es nada” (si así fuera realmente..¿ porqué no dejarlo en paz?), olvidando que ellos fueron la misma “nada” en el comienzo de sus propias  vidas que fueron respetadas.

Por otro lado hay que mencionar otro daño seguro que la llamada pastilla del día después pude producir. Me estoy refiriendo a la losa de remordimiento que suele dejar en la conciencia de la mujer que la usa, porque en el fondo ella, y sólo ella,  se queda con la duda para siempre de  que probablemente ha “matado” a su hijo. Muchos psicólogos reconocen tener que tratar dichas obsesiones, aún más frecuentes que las producidas por el aborto directo.

Es la llamada píldora del día después, además de  un pésimo remedio  a un descontrol de la natalidad, un escalón que facilita la aceptación del aborto en general.

La acción de los médicos que defienden la vida es la de protegerla desde su comienzo hasta su final porque iguales son los derechos a la misma del embrión, del feto, del recién nacido, del niño, del adulto o del anciano. Es por eso que si la “autoridad sanitaria” mira para otro lado, lavándose las manos con una “imposición  de venta con  receta médica”, u obviando la responsabilidad a los laboratorios farmacéuticos, o bien  trata de imponer esta norma abortiva como “obligación” natural del sanitario, nosotros  los médicos podemos y debemos acogernos a la ley de objeción de conciencia y negarnos a colaborar en esta maniobra mal intencionada contra la vida del inocente.



CONCLUSIONES.-

Ya decía con sabia razón el gran filósofo y humanista Julián Marías que "una civilización que no protege su crecimiento está destinada al fracaso y a la desaparición". Lo decía angustiado ante la dantesca realidad del aborto en occidente en general  y en España en particular, agregando que lo que más le escandalizaba era ver cómo la sociedad entera ignoraba voluntariamente este horrible crimen contra sí misma. "Un pueblo que no aprende del pasado no llegará al futuro". Con esta frase profetizaba el ilustre maestro que en un futuro se identificará nuestra cultura, la de los siglos XX y XXI , no por los grandes inventos o progresos científicos, sino por albergar  la cultura  de la muerte, la locura del suicidio colectivo de una civilización con la liquidación de los más débiles :  sus neonatos y  sus ancianos.  Porque nada nos diferencia ya de aquella Roma antigua que tiraba los fetos no deseados a las alcantarillas que drenaban en el río Tíber. Ahora se incineran, (es porque  no es estético  que reaparezcan en los desagües de las alcantarillas..). Sí, se incineran en los hornos de múltiples clínicas privadas. Nada nos separará tampoco ya de un destino común con la Roma decadente y como aquella sufriremos la desintegración de toda nuestra cultura y civilización a manos de extranjeros menos "progresistas" , pero más civilizados con su propia humanidad. El papel invasor de los bárbaros del Norte ahora lo desempeñarán los pobres  magrebíes, los de la Europa del  Este y los numerosos  hispanoamericanos,  emigrantes todos que penetran  incontrolados en  nuestro país. Hemos de reconocer que son más sanos que los actuales españoles, porque al menos ellos no se auto-eliminan de la vida.



Benidorm Julio de 2007 Revisado en 2019



Epicuro.